sábado, 28 de noviembre de 2009
jueves, 26 de noviembre de 2009

Simultaneamente pensaban en las mismas cosas. Divididos por una pared de ladrillos color cobre y cuadros imprecisamente colgados.
Se sentian tan lejanos y con tan pocas certezas. Vagando en esa niebla espesa que se forma cuando la mente se cansa, se quiebra y desangra.
No podía perdonar, él se había equivocado y no podía ser tan débil para entenderlo ¿No le habían enseñado nada los años de experiencia?
Sí, tenía que quedarse en la cama y olvidar que del otro lado de la casa, el alma quebrada de su primer amor se desvanecía sobre los surcos del sofá.
Coincidian en pocas cosas, quizas aquellas que eran irrelevantes. Vivían gritando y discutiendo, anegados en esa presunción que afirma que los opuestos se atraen, confiando en las leyes de la naturaleza. Él llegaba tarde, ella se iba temprano. Inconcientemente buscaban las formas de evitarse, de quedar inmersos en el mundo exterior, no dentro de esa casa; no dentro de esa cárcel.
Los lugares comunes, las preguntas de cortesía, el interés por saber no era algo que se pudiera percibir a la hora de cenar. La televisión era un gran bufón, la excusa perfecta para distraerse y reirse al unísono... aunque entre ellos no se oyeran las risas.
Tatiana Sancineto
lunes, 2 de noviembre de 2009

Para no hacer de mi ícono pedazos, para salvarme entre únicos e impares, para cederme un lugar en su parnaso, para darme un rinconcito en sus altares. Me vienen a convidar a arrepentirme, me vienen a convidar a que no pierda, me vienen a convidar a indefinirme, me vienen a convidar a tanta mierda.
Yo no se lo que es el destino, caminando fui lo que fui. Allá dios, que será divino. Yo me muero como viví, yo me muero como viví.
Yo quiero seguir jugando a lo perdido, yo quiero ser a la zurda más que diestro, yo quiero hacer un congreso del unido, yo quiero rezar a fondo un "hijo nuestro". Dirán que pasó de moda la locura, dirán que la gente es mala y no merece, más yo seguiré soñando travesuras (acaso multiplicar panes y peces).
Yo no se lo que es el destino, caminando fui lo que fui. allá dios, que será divino. yo me muero como viví,
Dicen que me arrastrarán por sobre rocas cuando la revolución se venga abajo, que machacarán mis manos y mi boca, que me arrancarán los ojos y el badajo. será que la necedad parió conmigo, la necedad de lo que hoy resulta necio: la necedad de asumir al enemigo, la necedad de vivir sin tener precio.
Yo no se lo que es el destino, caminando fui lo que fui. allá dios, que será divino.
yo me muero como viví.
yo me muero como viví.